sábado, agosto 21

DE LA CRONICA DE TERESA

Hoy nos conducen, guían Liliana y Fede, como de costumbre nos invitan a transitar el espacio moviendo cada parte de nuestro cuerpo… y comienzan las propuestas de trabajo…
Sentimos una suave brisa que se va transformando…en viento, en un viento que nos dificulta el caminar, que toma fuerza y nos impide avanzar, pero sigo caminando a pesar de esto. Ahora el viento cambia de frente y nos empuja de costado , y siempre intento y venzo su resistencia y avanzo de todas formas, lentamente y… el viento va cediendo, despacio decrece y todo vuelve a la normalidad ..
Sigo caminando y… de repente me pregunto ¿Quién soy? ¿Qué edad tengo? ¿Cómo camino? ¿Cómo me siento?
Me siento plena, contenta conmigo y con la vida, el día es luminoso aspiro el aire, es rico o en aromas, sí aromas de plantas creo que tengo 40, sí 40 años
Vuelvo a caminar a verme…¿Cómo soy? ¿Alta, baja, chica, grande, tengo curvas?
Estoy en la escuela, tengo 9 años, la escuela es linda chiquita distinta, pero tengo que ir al recreo… ¿Qué hago? Y… me quedo en un rincón y miro. Me dan vergüenza los chicos,,
Vuelvo a caminar y alguien pasa, la miro, me mira raro, sigo caminando.
Vuelvo a encontrar otra mirada, me acerco y con ella me quedo, (es Carla y con ella desarrollamos esta escena) Nos miramos, es mi mamá, que me quiere llevar a la escuela, pero yo no quiero, ella insiste, me dice que todo es lindo y que bla, bla, bla, pero yo no le tengo miedo a la escuela, es al recreo, ella no entiende nada, y para colmo papá, que tampoco entiende…
En la siguiente escena una niña está preocupada y temerosa por sus cambios corporales, lo comenta pero las respuestas no le satisfacen
Ahora es Paloma que no quiere ir al jardín de infantes, su madre trata de convencerla y hasta la soborna.
Que curioso en las tres escenas las niñas y los adultos no logran comunicarse. Los adultos no se detienen a pensar en cómo ven y sienten los chicos el mundo, no se dan el tiempo.
Vuelvo a caminar, me situo en un tiempo y con un clima…llueve caen piedra, sí granizo… voy con mi hermana en el auto y chocamos, quedamos al lado de la ruta, mojadas, con frío, me culpa de lo sucedido. Me defiendo ¡fue sólo un accidente! Parece que siempre quiere encontrar culpables, pero en realidad está enojada con ella misma y no quiere DECÍRSELO o hacerse cargo, sí ya se es doloroso, pero no importa la entiendo y la quiero.
En la siguiente escena las chicas encuentran que el agua está entrando a su casa, es una inundación y no saben que hacer, si proteger muebles, cosas, fotos, irse, salvarse, se genera un caos, no atinan a nada.
El otro grupo se quedó varado en una ruta, sin bebida, sin comida, nadie viene a rescatarlas, se hace de noche y dan vueltas, hablan, pasa el tiempo y no resuelven nada
En estas escenas se ve que cuando estamos perdidas, confundidas, nos cuesta reconocer qué es lo que está mal, lo que nos molesta o cuál es la dificultad, para poder abordarla, analizarla, pensarla y quizás resolverla.
En esta segunda instancia de la Multiplicación Psicodramática, pude participar, claro, imposible no hacerlo, me guiaron, me llevaron a ello y pude redondear lo vivido en la primer experiencia, que fue muy avasalladora en cuanto a estímulos, datos, sensaciones, a procesar casi sin tiempo. Ese tiempo me lo fui dando con el correr de los días y aún sigo…procesando

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