“Me encanta venir los sábados y sentarme en el lado de la ventanilla del colectivo donde el sol me pega en la cara”
“Yo vengo cansada, porque trabajo los sábados”
“Todos los primeros sábados, estoy indispuesta”
“Venir acá es un tiempo para mí”
“Los sábados duermo hasta más tarde”
“¿Cómo andan?”
“Parece Primavera, no hace nada de frío”…
“¿COMENZAAAMOS?”
Estamos en silencio sentados en ronda, menos él que está en el medio.Nos acomodamos en los almohadones, nos sonreímos y creo que casi todos lo vemos pero hacemos de cuenta como que él no está…pero está y bien visible.Esperamos que alguien se atreva a reconocerlo para poder romper el silencio y acomodarnos un poco más en el almohadón y ahora sí, acomodamos la garganta para poder hablar.Ahora sí ya el mate corre…pero costó apropiarse de él como cuesta apropiarse del Encuentro.Cada uno viene de distintos lugares y situaciones antes del Encuentro y el cuerpo viene con las estructuras de esos lugares y situaciones.
Nos preparamos para sensibilizar el cuerpo a través de la Biodinámica corporal.
Había que investigar sobre la fiebre amarilla, y decir en vos alta lo que recordaban.Las palabras fueron repetidas una y otra ves. Yo no tenía idea sobre el tema pero me resultó interesante escuchar esas palabras porque podía imaginármelas.Fuimos sensibilizando el cuerpo con esas palabras para componer un personaje en situación de fiebre amarilla.Este personaje dramatiza los síntomas y luego de un tiempo se recupera y se encuentra en medio de muchas personas con fiebre amarilla.El personaje se desespera,trata de ayudar,se queda inmóvil sin saber que hacer ó intenta huír.Vuelve la fiebre amarilla al personaje que en su malestar comienza a delirar y a dialogar con alguien.Elije una palabra y la repite varias veces y con diferentes dinámicas de energía en la voz.
Mi personaje eligió la palabra “¡Ayudame!” y esa exclamación desesperada se transformó en una exclamación de reclamo.Probamos diferentes dinámicas corporales para emitir esa palabra y elegimos una. Pasamos de a dos, nos ubicamos frente a frente y cada una repite su palabra con el gesto corporal.Coincidentemente a mi exclamación de reclamo: “¡Ayudame!” mi compañera respondía una exclamación desesperante: “¡No puedo!”. Las palabras de cada dúo tenían relación, como si fueran pregunta y respuesta.
Ya el cuerpo estaba sensibilizado para dramatizar a ese personaje con fiebre, ahora, quedaba mi palabra y la respuesta de mi compañera.Su tono desesperante me producía lástima y tenía muchas ganas de bajar mi tono de reclamo.Pensaba que le estaba reclamando ayuda a alguien que realmente no podía.
Fue una experiencia muy interesante para mí, puesto que sentí desde el comienzo del Encuentro como que mi cuerpo se iba descontracturando por partes, desde el “desapropiarme” de la situación con la que llegué para poder “apropiarme” del estar acá, presente para sensibilizarme y dejar surgir así la creatividad.
“Yo vengo cansada, porque trabajo los sábados”
“Todos los primeros sábados, estoy indispuesta”
“Venir acá es un tiempo para mí”
“Los sábados duermo hasta más tarde”
“¿Cómo andan?”
“Parece Primavera, no hace nada de frío”…
“¿COMENZAAAMOS?”
Estamos en silencio sentados en ronda, menos él que está en el medio.Nos acomodamos en los almohadones, nos sonreímos y creo que casi todos lo vemos pero hacemos de cuenta como que él no está…pero está y bien visible.Esperamos que alguien se atreva a reconocerlo para poder romper el silencio y acomodarnos un poco más en el almohadón y ahora sí, acomodamos la garganta para poder hablar.Ahora sí ya el mate corre…pero costó apropiarse de él como cuesta apropiarse del Encuentro.Cada uno viene de distintos lugares y situaciones antes del Encuentro y el cuerpo viene con las estructuras de esos lugares y situaciones.
Nos preparamos para sensibilizar el cuerpo a través de la Biodinámica corporal.
Había que investigar sobre la fiebre amarilla, y decir en vos alta lo que recordaban.Las palabras fueron repetidas una y otra ves. Yo no tenía idea sobre el tema pero me resultó interesante escuchar esas palabras porque podía imaginármelas.Fuimos sensibilizando el cuerpo con esas palabras para componer un personaje en situación de fiebre amarilla.Este personaje dramatiza los síntomas y luego de un tiempo se recupera y se encuentra en medio de muchas personas con fiebre amarilla.El personaje se desespera,trata de ayudar,se queda inmóvil sin saber que hacer ó intenta huír.Vuelve la fiebre amarilla al personaje que en su malestar comienza a delirar y a dialogar con alguien.Elije una palabra y la repite varias veces y con diferentes dinámicas de energía en la voz.
Mi personaje eligió la palabra “¡Ayudame!” y esa exclamación desesperada se transformó en una exclamación de reclamo.Probamos diferentes dinámicas corporales para emitir esa palabra y elegimos una. Pasamos de a dos, nos ubicamos frente a frente y cada una repite su palabra con el gesto corporal.Coincidentemente a mi exclamación de reclamo: “¡Ayudame!” mi compañera respondía una exclamación desesperante: “¡No puedo!”. Las palabras de cada dúo tenían relación, como si fueran pregunta y respuesta.
Ya el cuerpo estaba sensibilizado para dramatizar a ese personaje con fiebre, ahora, quedaba mi palabra y la respuesta de mi compañera.Su tono desesperante me producía lástima y tenía muchas ganas de bajar mi tono de reclamo.Pensaba que le estaba reclamando ayuda a alguien que realmente no podía.
Fue una experiencia muy interesante para mí, puesto que sentí desde el comienzo del Encuentro como que mi cuerpo se iba descontracturando por partes, desde el “desapropiarme” de la situación con la que llegué para poder “apropiarme” del estar acá, presente para sensibilizarme y dejar surgir así la creatividad.
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